LOGROÑO.
Callejeo por las calles de la ciudad, que es famosa por sus muchas tiendas y sus bares de tapeo.
Por la tarde, visita a la catedral y a varias iglesias de la ciudad.
DÍA 2.
LAGUARDIA
Visita a la Iglesia de Santa María de los Reyes, que conserva un precioso pórtico con policromía.
ELCIEGO
Visita al exterior de la bodega “Marqués de Riscal” con el sorprendente edificio del arquitecto Frank Gehry
DÍA 3.
BRIONES.
Bodega- museo Dinastía Vivanco. Por 12 € haces una visita a un bodega moderna montada con un gran sentido estético que incluye una degustación de tres vinos. Luego puedes ir al museo de la cultura del vino, una sorpresa por lo variado que es y por lo bien explicado y expuesto que está todo. Incluye historia del vino, proceso de elaboración, enfermedades de la vid, vídeos que muestran cómo se elaboran artesanalmente las barricas, las botas de vino, los tapones de corcho. Sala dedicada a los aromas donde puedes oler los distintos aromas asociados con el vino. Obras de arte relacionadas con el vino (incluyendo 2 Picasso). Te dan hora para entrar pero después puedes salir y volver a entrar cuando quieras, lo que nos ha permitido comer en el restaurante del mismo recinto. Con la entrada al museo te dan una copa de crianza para degustar.
DÍA 4.
VIANA.
Pequeño pueblecito muy cercano a Logroño en el que murió César Borgia en una batalla.
LAGUARDIA.
Hemos vuelto para visitar la bodega de La Casa de Primicias (7 € con degustación de 2 vinos que estaban bastante bien). La visita a la bodega en sí no ha tenido más interés que el visitar la construcción de gótico civil más antigua de la ciudad y que la bodega se encuentra en el subsuelo, en lo que en la zona llaman “calados”. Nos lo ha ido mostrando todo Iñaqui, un chico que es el nieto del que compró la bodega, aunque en la parte que se enseña ya no se produce vino. La casa se llamaba así porque allí se guardaban “las primicias” que eran los diezmos que cobraba la iglesia a los lugareños. En esta casa sólo se guardaba lo referente al vino.
HARO.
LABASTIDA.
Bonito pueblo vasco cuya plaza de la iglesia estaba muy animada porque un grupo de jazz llamado los Swingdigentes tocaba allí y tenía muy amenizada la plaza.
SAN VICENTE DE LA SONSIERRA.
No hemos podido resistirnos a la tentación de pasar por el pueblo en el que los picaos procesionan golpeándose la espalda en señal de penitencia. Ha sido difícil ver nada porque había mucha gente pero al menos he logrado grabar algo. Lo que menos me ha gustado ha sido que la procesión carecía de la solemnidad y el dramatismo que cabría suponerle.
BRIONES.
Pueblecito medieval al que ya habíamos ido para visitar la bodega de Dinastía Vivancos. Hemos vuelto porque no nos dio tiempo a ver el pueblo y, de hecho, tendremos que volver para verlo con luz porque nos ha parecido muy interesante.
DÍA 5.
CALAHORRA
Decepcionante visita a la catedral y a la ciudad que, en cierto modo, parece vivir de espaldas al turismo, lo que se traduce en un aspecto algo descuidado. Sin embargo, venía, incomprensiblemente, con dos estrellas en la guía Anaya que estábamos manejando.
DÍA 6.
CAÑÓN DEL LEZA.
Bajamos al río Leza desde el mirador del cañón. Había un buen desnivel, pero la verdad es que el paseíco mereció la pena. Muy bonito lugar.
SAN ROMÁN DE CAMEROS.
VILLOSLADA EN CAMEROS.
Pueblecito muy gracioso de la sierra de Cameros. Merece la pena darse un paseíllo por él.
TORRECILLA EN CAMEROS.
Pueblo sin demasiado interés. Al parecer es el más importante de la comarca, pero ha perdido el encanto que tenía el anterior.
DÍA 7.
BRIONES.
Visita diurna a este precioso pueblo. Vimos su iglesia con un interesante órgano.
CASALARREINA.
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA.
Visita a la famosa catedral en la que viven un gallo y una gallina blancos en homenaje al milagro que obró santo Domingo, haciendo cantar a ambos después de cocinados.
Subimos al campanario exento, desde el que se apreciaba una bonita vista de la ciudad.
DÍA 8.
NÁJERA.
Visita a Santa María de la Real.
BADARÁN.
Comida en el Restaurante asador “Comercio”.
MONASTERIO DE YUSO.
Visita guiada. El lugar carece de belleza artística y ni siquiera se pueden ver los originales de las famosas glosas emilianenses (primeras frases escritas en castellano y en euskera). Nos tenemos que conformar con ver una cutre – fotocopia. Pero te enseñan uno de las cuatro colecciones de cantorales completos que existen en España y es el único lugar que lo conserva en su lugar original, con sus sistemas ancestrales para protegerlos de la humedad, el frío, el calor, las ratas…
CONVENTO DE CISTERCIENSE DE CAÑAS.
DÍA 9.
MONASTERIO DE LA VIRGEN DE VALVANERA.
MONASTERIO DE SUSO. San Millán de la Cogolla. +34 941 37 30 82
Hay que llamar por teléfono para reservar, pero una vez que lo haces no te explican que nada más llegar debes comprar las entradas, ni a dónde debes dirigirte para esperar al microbús que te subirá al monasterio, ya que el acceso sólo se puede hacer por este medio. La guía tampoco se ha caracterizado por su entusiasmo ni por su simpatía. Más bien ha sido bastante displicente. Pero la visita es imprescindible.
BADARÁN.
VINIEGRA DE ARRIBA.
Precioso pueblecito en las entrañas de la sierra de la Demanda.
VINIEGRA DE ABAJO.
Bonito pueblo que forma parte del grupo de las 7 Villas y que es algo más señorial que el anterior ya que muchos indianos que tuvieron suerte en su aventura americana volvieron a su pueblo y se hicieron casas allí.
DÍA 10.
TORRES DEL RÍO.
Hemos visitado la
iglesia del Santo Sepulcro, del siglo XII. Es muy bonita, pero la estaban
preparando para una exposición y tenía en el medio un andamio que no dejaba ver
la bonita cúpula. Eso sí: la señora que cobraba la entrada no tenía desperdicio
con las historietas que contaba y cómo las contaba.
MONASTERIO DE
IRACHE.
Muy cerca está la
bodega Irache, donde está la famosa “fuente del vino”.
ESTELLA.
PUENTE LA REINA.
Hemos hecho las
pertinentes fotos del bonito puente medieval.
ARTAJONA.
Precioso pueblo medieval amurallado en el que nos hemos
dado una vuelta.
DÍA 11.
PAMPLONA.
Visita a la
catedral (5 €). Una parte de la visita ha sido muy interesante porque enseñaba
las cubiertas de la catedral a través de la casa del campanero y tenía unas
imágenes explicativas muy interesantes.
Comida en el
restaurante Rodero.
De vuelta por la
calle Estafeta he entrado a una tiendecita de aspecto bastante tradicional
tirando a viejuno donde vendían unos hojaldres rellenos de chocolate que
estaban de maravilla. Ya me habían llamado la atención por la mañana pero,
sobre todo, lo que más me había llamado la atención era la cola de gente que
había. Pues por la tarde estaba igual: a tope.
Hemos continuado
paseando por la ciudad, que tiene un casco antiguo bastante restaurado y, sobre
todo, un ambientazo increíble.
DÍA 12.
VITORIA.
Ha amanecido un
día complicado de lluvia y viento lo que ha hecho que el paseo por la
ciudad fuera bastante incómodo. Así que
rápidamente nos hemos ido al restaurante Zaldiarán.
